LAS TICS EN LA HISTORIA DE LA EDUCACIÓN

‘Nativos digitales, los primeros niños con CI más bajo que sus padres'

El neurocientífico Michel Desmurget cuenta con datos duros y en forma contundente cómo los dispositivos digitales están afectando gravemente, y para mal, al desarrollo neuronal de niños y jóvenes, considera que la niñez actual está expuesta a una "orgía digital". Varios estudios han demostrado que cuando aumenta el uso de la televisión o los videojuegos, el coeficiente intelectual y el desarrollo cognitivo disminuyen.
Los niños tienen un coeficiente intelectual más bajo que sus padres, uno de los factores que provoca esto es el tiempo que un niño pasa frente a una pantalla retrasa la maduración anatómica y funciona del cerebro. 

¿Qué daños provocan exactamente las pantallas al sistema neurológico?

El cerebro no es un órgano 'estable'. Sus características 'finales' dependen de la experiencia.

El mundo en el que vivimos, los desafíos a los que nos enfrentamos, modifican tanto la estructura como su funcionamiento, y algunas regiones del cerebro se especializan, algunas redes se crean y se fortalecen, otras se pierden, unas se vuelven más gruesas y otras más delgadas.

Se ha observado que el tiempo que se pasa ante una pantalla por motivos recreativos retrasa la maduración anatómica y funcional del cerebro dentro de diversas redes cognitivas relacionadas con el lenguaje y la atención.

Hay que enfatizar que no todas las actividades alimentan la construcción del cerebro con la misma eficiencia.

¿Todas las pantallas son igual de dañinas?

Nadie dice que la "revolución digital" sea mala y deba ser detenida, pero si usarlas en las horas establecidas ya que cuando se pone una pantalla en manos de un niño o de un adolescente, casi siempre prevalecen los usos recreativos más empobrecedores.

¿Cree que es bueno que haya leyes que protejan a los niños de las pantallas?

No me gustan las prohibiciones y no quiero que nadie me diga cómo tengo que criar a mi hija.
Sin embargo, está claro que las opciones educativas sólo pueden ejercerse libremente cuando la información que se brinda a los padres es sincera y exhaustiva.
 
Simplemente no hay excusa para lo que les estamos haciendo a nuestros hijos y cómo estamos poniendo en peligro su futuro y desarrollo.





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